Me lo dijo Luzmaría
Sí, es cierto. Los Superocho eran más grandes, no es invención de los ochenteros nostálgicos. Por los mismo 200 pesos que ahora te comes un Superocho ultrasupermegalarge, antes te comías cuatro del mismo tamaño.
También es cierto que Eliseo Salazar, nuestro genio incomprendido del
automovilismo, tuvo que tragarse tres combos de Nelson Piquet en Alemania. "Traté de darle la pasada”, dijo en su momento el hombre biónico, el cual, a decir verdad, brilló más presentando videos en Video Loco que en los podios del mundo.
En una de esas, si otorgamos el beneficio de la duda, puede que también sea cierto que el tío Memo le aforraba a todos los niños que, embutidos en sus buzos con rayas a los costados y sus zapatillas North Star, gritaban más de la cuenta en Los Bochincheros. Entre tanto pendejo hiperventilado que de seguro sólo quería que la mamá lo viera desde el IRT en blanco y negro, 14 pulgadas del living de su casa, yo de seguro habría sido más radical y habría dejado con tec abierto a más de alguno.
De ahí en adelante, la línea entre lo verdadero y lo falso se vuelve algo más difusa.
“No, Javier. Es verdad. Me lo contó la mismisisimísima mejor amiga de la vecina de la enfermera que atendió a Vivado de urgencia en la Clínica Alemana”, me decía mi mamá con su cara de telojuroporesta, mientras se besaba los dedos cruzados.
“Siiiii, esta vez te juro que es una fuente confiable. La pobre hermana de la Luzmaría se fue a Brasil y se encontró un perrito que les hacía fiesta en la playa. Se lo trajeron a Chile y resultó que en realidad era un ratón mutante que transmitía infecciones y que se comía a los humanos pasada la medianoche”, me cuenteó en otra ocasión, aprovechándose de mis cortos 11 años.
Lo cierto es que si mi mamá me hubiese hecho caso, hoy sería también la madre de los
programas de farándula. La Warner fue más viva y le ganó el quienvive, pero ni siquiera ella nos llevará a saber la verdad sobre el preservativo de Vivado (o de Santis, o de Vodanovic, según sea la versión que haya llegado a sus oídos), el pasado de las gemelas Campos como estrellas de puticlub y el supuesto estado de empepamiento que llevaba a Florcita Motuda a hacer un montón de estupideces disfrazado de buzón y posteriormente a bordo de la surrealista y falopeada Cafetera Voladora (Ese sí que era buen nombre pa’ un programa... ¿Viva el Lunes?, ¿Siempre Lunes?, ¿Por Fin es Lunes?.... ¿de qué me están hablando?).
También es cierto que Eliseo Salazar, nuestro genio incomprendido del

En una de esas, si otorgamos el beneficio de la duda, puede que también sea cierto que el tío Memo le aforraba a todos los niños que, embutidos en sus buzos con rayas a los costados y sus zapatillas North Star, gritaban más de la cuenta en Los Bochincheros. Entre tanto pendejo hiperventilado que de seguro sólo quería que la mamá lo viera desde el IRT en blanco y negro, 14 pulgadas del living de su casa, yo de seguro habría sido más radical y habría dejado con tec abierto a más de alguno.
De ahí en adelante, la línea entre lo verdadero y lo falso se vuelve algo más difusa.
“No, Javier. Es verdad. Me lo contó la mismisisimísima mejor amiga de la vecina de la enfermera que atendió a Vivado de urgencia en la Clínica Alemana”, me decía mi mamá con su cara de telojuroporesta, mientras se besaba los dedos cruzados.
“Siiiii, esta vez te juro que es una fuente confiable. La pobre hermana de la Luzmaría se fue a Brasil y se encontró un perrito que les hacía fiesta en la playa. Se lo trajeron a Chile y resultó que en realidad era un ratón mutante que transmitía infecciones y que se comía a los humanos pasada la medianoche”, me cuenteó en otra ocasión, aprovechándose de mis cortos 11 años.
Lo cierto es que si mi mamá me hubiese hecho caso, hoy sería también la madre de los

Vaya Uno a saber de donde habrá salido tanto invento, pero malas (y entretenidas) lenguas deben haber existido siempre. Esas mismas lenguas deben haber sido las que vieron las cenizas de Juan Antonio Labra entre los escombros de la calcinada Divine de Valparaíso y las que que abren sus freezers para ver si entre sus cubetas de hielo se encuentran al congelado Walt Disney.
¿Quién muleó a Marilyn?

No fuimos pocos los que llegamos a jurar de guata que Paul, el n

De qué se ríen, ignorantes...
Nadie lo conocía, pero Kalimba ya tenía su propio mito. De boca en boca me llegó el rumor que decía que el cantante negrito y mexicano había sido el sufridísimo Cirilo de la serie Carrusel.
Adivinen.... ¡Mentira!
Dicha historia habría pasado a ser simplemente “ooooootro mito más” si no hubiera sido por Las últimas Noticias.
Hace dos años, la biblia del cotilleo se dio el lujo de publicar una entrevista al cantante, donde el carita de túnel aseguraba que “Cirilo me marcó, pues era como yo, muy ingenuo”.
Todo habría sido perfecto si no hubiera sido por Youtube. Matando el ocio me encontré con un video que mostraba a María Joaquina y compañía 15 años después. “No lo puedo creer. Ese es the real Cirilo!!”, dije.
Y en efecto, ni cantante, ni galán azteca, ni famoso. El morenito avejentado del video distaba mucho de ser el que aparecía en LUN.
Casi le achuntaron al inventar descaradamente la entrevista, eso sí. Sólo erraron en los tres años que separan a Carrusel (1989) y Carrusel de las Américas (con Kalimba en el papel de Martín, en 1992).
En fin. Mientras Don Francisco y Kike Morandé se meten con cada una de sus modelos, Elvis descansa en su water de cristal, Palmenia provoca desastres en cuanto show se presenta, Xuxa canta al revés y me vuelven a avisar por quincuagésima vez que hotmail se cierra y msn empezará a cobrar, LUN y Luzmaría se revuelcan en el charco infinito de los mitos populares.
Dicha historia habría pasado a ser simplemente “ooooootro mito más” si no hubiera sido por Las últimas Noticias.
Hace dos años, la biblia del cotilleo se dio el lujo de publicar una entrevista al cantante, donde el carita de túnel aseguraba que “Cirilo me marcó, pues era como yo, muy ingenuo”.
Todo habría sido perfecto si no hubiera sido por Youtube. Matando el ocio me encontré con un video que mostraba a María Joaquina y compañía 15 años después. “No lo puedo creer. Ese es the real Cirilo!!”, dije.

Casi le achuntaron al inventar descaradamente la entrevista, eso sí. Sólo erraron en los tres años que separan a Carrusel (1989) y Carrusel de las Américas (con Kalimba en el papel de Martín, en 1992).
En fin. Mientras Don Francisco y Kike Morandé se meten con cada una de sus modelos, Elvis descansa en su water de cristal, Palmenia provoca desastres en cuanto show se presenta, Xuxa canta al revés y me vuelven a avisar por quincuagésima vez que hotmail se cierra y msn empezará a cobrar, LUN y Luzmaría se revuelcan en el charco infinito de los mitos populares.