Día tras día surgen curiosidades a las que hay que hincarles el diente. Desmenuzar, develar, cuestionar e ironizar con la actualidad es la idea de este Blog. Bienvenidos todos los que con espíritu crítico, ganas de reírse o simples deseos de meter la cuchara, hacen su aporte para tomarnos el mundo con un poco más de buen humor

lunes, julio 23, 2007

Jai- Tec mom (o como perder a una madre de un solo Enter)

- ¡¡¿¿Quéeeeee??!! ¿Otra vez charquicán?
- No, si no hay forma de darles en el gusto. Cuando tú tengas tu casa, come lo que se te antoje. Lo que es a mí, me carga estar de empleada. Esto no es hotel

Es cierto. Cuando yo viva solo, eliminaré del menú las papas con chuchoca, el arroz con mote, los tallarines con papas, el cochayuyo con quinoa y todas esas comidas que, desde que mi mamá cambió el mundo de la casa por el de las máquinas, me toca tragar a diario. Más aún, iré al psicólogo para borrar de mi memoria la temida Nury’s food, esa exquisita mezcla de muchas papas, zapallo, arroz, porotos verdes, choclo y lo que sobre en el refrigerador, cuyo nombre nace por su parecido a la comida de mi difunta perra Nury I.


Si antes el día de la madre era sinónimo de perfumes, flores y carteras, hoy lo es de cualquier cosa con pantalla digital, botoncitos y chip.
¿La perdimos recién? Al parecer no. Fue una extraña y larga mutación.
Hace 15 años pensamos haberlo visto todo cuando un Tetris le devoró la mente. No existían los
kilos y los gramos en la cocina. No existían las horas en el reloj. No existían ni los miles ni los millones de pesos. No, para ella sólo habían puntos y líneas del jueguito. Las ojeras le llegaban un poquito más abajo de las pechugas, almorzamos galletas Crackelet con mayonesa durante 4 meses, se nos murieron 4 canarios de inanición y teníamos que intercambiarnos los calcetines usados entre nosotros, porque el Drive, el Rinso, el Skip y hasta el Klenzo desaparecieron de la casa. En el colegio estaban preparándonos una campaña solidaria, porque de seguro pensaban que estábamos en la miseria, pero no. Se equivocaron. Todo fue culpa de aquella maquinita demoníaca.

Y si Aristóteles tuvo a Platón, el guatón Romo a su Augusto y Skywalker a Obi-Wan, María del Carmen tuvo a su propia hija de maestra. Esa fue la semilla del mal, la rompehogares.
Ella se encargó de perder a mi madre no sólo por los pasillos de los malls cada fin de semana –cual Paris Hilton y Nicole Richie-, sino que la llevó al abismo jai tec. Dejó de ser la madre amiga para convertirse en la madre rival. La que ardía en celos por no tener bluetooth en su celular. La que, aún sin saber lo que era ni cómo funcionaba, quería un MP3 para escuchar música mientras revolvía las papas con chuchoca.

Lejos está la señora que googleaba escribiendo “Señor Google:
¿Sería tan amable de darme la receta del risotto?”. Más lejos aún la dueña de casa que corría a contestar su celular, cuando en verdad lo que sonaba era la musiquita de la lavadora. Ahora arregla imágenes en fotoshop, baja a Gloria Trevi desde Ares, reenvía cadenas como enferma de la cabeza, le chatea con la parentela y pronto espero que llegue la Brigada del Cibercrimen a buscarla por hackear la página de la Nasa.
Ya no me grita que el almuerzo está servido, ahora me avisa por msn… No reta a mi hermana por estar chateando hasta las 3 de la mañana, sino que le manda un SMS para decirle que está castigada y que se vaya a acostar…

Definitivamente, si hoy tuviera un hijo le pondría Enter.